
La hipocresía de los burgueses una vez más deja sin habla, con su simulada sorpresa entorno a las denuncias de maltrato a jóvenes iraquíes de parte de soldados británicos, respaldados con un video que fue difundido por tevé, y cuyas imágenes aparecieron como portada alrededor de todo el mundo. Claro, para los proletarios de todas las latitudes aquellas imágenes no son sino un motivo más de desprecio hacia todas las fuerzas armadas del poder burgués mundial, y una muestra más de lo salvaje que resulta la represión de la ocupación contra el proletariado irakí. Sin embargo, no podemos menos que despreciar la absurdamente falsa indignación de los medios de comunicación por aquellas imágenes filtradas, puesto que su enojo es en verdad contra el que se hayan filtrado esas imágenes. El que ahora se lamenten por tales tratos, no es más que un discurso, para mantener debidamente camuflada su economía y razón de ser que se edifican sobre prácticas similares [1].Mención aparte merece todo el bombo de la libertad de expresión, y su discursillo socialdemócrata, que todos los medios progres del mundo difundieron -creyéndose rebeldes- en el conflicto derivado de las caricaturas de Mahoma. Y el gobierno de Chile se salvó de suerte de entrar al problema, porque los superlocos del The Clinic andaban de vacaciones (probablemente en Caburga).Unos días más tarde, toda la prensa la embistió nuevamente con la chachara de los derechos humanos, con ocasión de la venida del grupo U2, y las chupadas de patas que todos hicieron al democrático vocalista Bono. [2] De lo que se trata, en todos los casos, es de manifestaciones explícitas del nuevo tono que adquiere la dominación de la burguesía, esta vez teñida de supuesta compasión, colores, diversidad y buenas intenciones. Y ello no corresponde a nada más que a la ascensión al poder del sector progre de la burguesía, su ala izquierda. Las golpizas de británicos contra iraquíes son brutales, mientras la represión del perro Sarkozy en Francia, las persecuciones en Las Heras de Argentina o en El teniente de Chile, son absolutamente normales. La libertad de expresión funciona para publicar caricaturas sobre el profeta de una religión ajena, sin embargo si hace llamamientos explícitos a la guerra social es, en Chile, procesada por la Ley Antiterrorista, o encarcelada en Italia (por ejemplo, con el caso de Alfredo Bonnano) [3].Si se habla de la necesidad del respeto a la vida, el primer derecho humano, que el capitalismo nos niega, haciéndonos esclavos asalariados o asesinandonos a la primera excusa, probablemente se será investigado por los organismos de inteligencia. [4]Ante todo esto, los proletarios del mundo sabemos reconocer que se trata de la quema de los últimos cartuchos que preservan a esta sociedad de la guerra civil mundial.
Notas:
[2]. Ver por ejemplo la premiación por "respetar y difundir los derechos humanos" en:
[3]. Ver el caso de la encarcelación de Alfredo María Bonnano, por publicar el folleto insurreccionalista "El placer armado", en el contexto del "caso Marini". En:
[4]. Cabe mencionar que está fuera de nuestras posiciones el reivindicar los "derechos humanos", y que lo que mencionamos aquí es sólo a modo de ejemplo.
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