miércoles, 25 de octubre de 2006

3)El bien más preciado es la libertad… sobre el 11 y otras yerbas.


Mientras se sucedían las acciones de choque en la marcha en conmemoración a los 33 años del golpe de estado de 1973, algunas miradas consideraban que la aparente pasividad de carabineros se adscribía a un engranaje mayor, que era solo una jugada dentro de un tablero de ajedrez que quizá no se alcanzaba a dimensionar en su plenitud. Lo que sobrevino después solo confirmó lo que ya se pensaba.
Y aquí estamos ahora, a la espera de quien es el primero o la primera que cae ante la máquina policial, que triste y que patético a la vez… que ganas de que la experiencia de algunos, por fin le sirva al resto. Aquí es donde los errores y las ligerezas de cada acción, nos van robando compañeros.
¿Se pudo detener esta actual cacería de brujas?, no, no se pudo, ni se podrá. Pero si se podía entorpecer su camino, dificultar su accionar, cubrirse las espaldas, resguardar identidades. Pero a veces, cosas tan simples, esenciales, BASICAS y evidentes, no se hacen y ante la pregunta de por qué no se hacen, tenemos por respuesta el incómodo silencio que antecede a la obviedad: cosas básicas no se hacen cuando uno se asume como un personaje pasajero dentro de la "revolución" o del "círculo libertario".
Cuando uno no se toma las cosas en serio, cuando se juega a la subversión del mundo actual, entonces tenemos una sumatoria de errores, tenemos compañeros presos, perseguidos, tenemos centros sociales en continua vigilancia y tenemos textos que deben aludir a temas que son primordiales cuando uno se opone al sistema establecido.
¿Qué pasa compañeros?, ¿qué pasa que se juega, se habla tanto de revolución pero se hace tan poco?, ¿qué pasa que le bajamos constantemente el perfil a nuestro adversario?, ¿por qué nos regalamos tanto?...Que mal le ha hecho la democracia a los movimientos disidentes, que ironía no?
Solo eso nos puede explicar el por qué alguien que clama por la destrucción del estado burgués, actualiza constantemente un fotolog con las fotos de sus "acciones", con su nombre y hasta con fotos de su pieza.¿Les sorprende esta historia?, no creemos, lamentablemente es más común de lo que quisiéramos.
En algún pasado boletín hablábamos sobre el tema de la capucha, como condición, si no esencial, al menos necesaria para dar un combate en pleno centro de Santiago, hablamos también sobre nuevos proyectos de ley que sancionarían como agravante su uso, entonces, no deja de sorprendernos el que en plena marcha por la Alameda, en el epicentro de los desmanes (como los nombró el periodismo burgués), haya habido personas encapuchadas, portando banderas con la sigla del grupo o movimiento al cual pertenecían...por favor!, que circo es éste. ¿De dónde han salido estos revolucionarios?...reflexionemos, pensemos antes de hacer imbecilidades, delante de miles de cámaras policiales y periodísticas.
Si el grupo que se integra no es clandestino, si todos saben quienes lo componen y dónde y cuándo hacen sus reuniones, entonces por que carajo se encapuchan portando una de sus banderas, ¿se tratará quizá de una nueva performance?
Por este tipo de sinsentidos tenemos como resultado persecuciones y montajes policiales, tenemos a la prensa burguesa leyendo siglas anarquistas en vivo y en directo, tenemos a los mass media adjudicándole a determinado grupo la molotov a la Moneda, eso solo como un palo de ciego, como un intento desesperado por señalar a un culpable, ¿quién será culpable entonces?, pues el que se recuerde como la postal revolucionaria, "el encapuchado rudo con la banderita al hombro". Si, es una estupidez clásica del poder, pero algunos optaron por regalarse ante él….
Todo eso ocurre cuando no se ha asumido realmente un papel activo en la lucha de clases, cuando más bien nos hemos dedicado a ser arrastrados por la cotidianeidad sin lograr detenerla, cuando nos hemos convertido en espectadores de la guerra cotidiana en la que estamos inmersos, queriéndolo o no.
Y después tenemos que tartamudear ante el poder, tenemos que pedirle a papá estado que flexibilice las leyes que nos condenan, que nos hunden y nos quieren ver caer. Y hacemos todo eso mientras tarareamos que "negras tormentas agitan los aires….", si estamos por la revolución, por la destrucción de lo que nos transforma en esclavos, entonces, asumamos esa posición, enfrentemos inteligentemente esta época nefasta que nos toca vivir. Si nos regalamos, si dotamos al poder de la información necesaria para condenarnos, si nos encapuchamos frente a las cámaras, si alardeamos de supuestas batallas, entonces enfrentamos todo como si la subversión fuera un juego, pero aunque nosotros juguemos, el poder no lo hará. Y utilizará a algún compañero (por muy ingenuo, estúpido o aguerrido que éste sea) que haya caído en sus garras para amedrentar cualquier posible disidencia. Y entonces el juego se volverá un infierno, si no para todos, para muchos de nosotros.
En Italia, y el resto de Europa ya se contagia, el anarquismo vive un ola represiva atroz, quizá la peor de todas (y la ideología específica es solo un muestra, bien pudo ser cualquiera que atentara a las bases del sistema). El solo identificarse abiertamente como anarquista trae aparejada la consiguiente represión, el seguimiento, los micrófonos, el escudriñamiento a cada uno de los pasos, de los amigos, de las ideas, etc.Los compañeros están aprendiendo a vivir con la tecnología en contra, están aprendiendo a evitar los montajes, a resguardarse.
Aprendieron todo eso, tras haber pagado un alto precio: la cárcel para muchos de ellos. Como en Italia las acciones directas eran cada vez más cotidianas y fieras y los mensajes y rayados que se dejaban a su paso aludían al anarquismo o a la guerra social, algo debía hacerse. Y se hizo. Pero al no poder identificar claramente a quienes componían los grupos de "choque", se optó por una estrategia tenebrosa.
La policía comparó mensajes y trasfondos de los textos dejados en cada acción, llegando a la conclusión de que éstos eran los mismos que profesaban otros grupos, conocidos, abiertos, casi públicos. ¿Y entonces?, entonces lo obvio, asumió que uno era el brazo político y otro el brazo armado.
La policía apresó y condenó a miembros de grupos anarquistas y libertarios que eran conocidos, que todos sabían donde se juntaban, cuándo y con quienes, que todos sabían lo que ellos postulaban y que todos sabían además, que ellos nada tenían que ver con los ataques. Así funciona el poder, liga informaciones, une grupos, gente, averigua, busca datos que luego, en otro momento, quizá mucho después, le sirva para "encontrar" a algún inocente culpable.
Muchos se fueron presos por largas temporadas, por simple hecho de asumir públicamente su postura libertaria o anárquica, se los ligó ficticiamente, pero bajo un argumento que convenció a casi toda la opinión pública: que pertenecían al mismo movimiento, solo que en ramas diferentes.
Eso, tan siniestro, es el camino al que Chile se unirá y si no asumimos a tiempo una postura que acabe con el "jueguito" de revolución, nos pasaremos la vida entera haciendo actividades para juntar comida para los compañeros presos.
Recibamos entonces, con bombos y platillos, a una nueva oficina de seguridad, que entre muchas otras cosas, ya nos prohíbe realizar marchas o concentraciones en plena Alameda y que nos exige el ridículo cheque en blanco para otorgar permiso a cualquier acto o marcha. Nos empiezan a quitar las calles para caernos encima…
Esta guerra ya empezó hace muchos años, solo falta que tú la tomes en serio… "aunque nos espere el dolor y la muerte, contra el enemigo nos llama el deber", eso es cierto y estamos de acuerdo, pero hagamos que a nuestro enemigo le cueste sudor y daños el llegar hasta nosotros.

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