
Frente a esto los demócratas de izquierda y derecha no se demoraron en mostrar su indignación tanto por los medios de comunicación burgueses como por los "alternativos". El rechazo era unánime y el argumento básicamente el mismo: la quema de libros era una acción repudiable, pues recordaba a los peores momentos de la humanidad, específicamente a los regimenes totalitarios, era una muestra de embrutecimiento y fanatismo extremo.
Mucho se discutió en agencias de periodismo independiente en torno a si era realmente posible que se hayan quemado 1200 libros en un periodo de tiempo tan corto, lo que resulta casi anecdótico es que más allá de esto nadie saliera en defensa de los compañeros ni justificara la acción. Esto deja en evidencia dos cosas: los mismos "revolucionarios" confían más en la prensa burguesa (y su show mediático cuidadosamente elaborado) que en sus propios compañeros de clase y además, que esta estrategia burguesa una vez más consiguió lo que buscaba, dividir a los revolucionarios y aislar la acción directa haciéndola pasar por vandalismo.
Más allá de seguir discutiendo sobre si se forzó la puerta de la biblioteca o si los libros estaban tirados en alguna zona aledaña (cuestión que afirman muchos testigos), más allá de argumentar si se pudieron o no haber quemado 1200 libros... ¿Que hubiese ocurrido en el caso que hubiesen sido los mismos estudiantes de la facultad quienes hubiesen incendiado en forma masiva sus libros voluntariamente? ¿Qué habrían dicho aquellos representantes y revolucionarios de universidad?
Seguramente su repudio habría sido el mismo, nos encontraríamos otra vez frente a una conducta antidemocrática, y es que claro, cuando los explotados se dan cuenta que ya no pueden seguir aguantando sus cadenas se rebelan de forma espontánea y vomitiva, pero no menos revolucionaria... ¡ni mucho menos democrática! (1)
El que se hayan quemado ejemplares de colección fue por supuesto lo que enronchó a la burguesía. Desde el gobierno, autoridades universitarias e incluso sociedades de fetichistas (2) denunciaron la "barbarie" con que aquellos ignorantes quemaron los valiosos ejemplares. Claro que hay que entender que el valor que le entregan los burgueses a las cosas jamás se puede entender desde el uso que éstas cosas pudiesen tener (cuestión que aboliría el concepto de valor), sino más bien desde aquel carácter fetichista y lleno de sutilezas metafísicas que contiene el valor de cambio (las cosas no valen por lo que son, sino por aquello que representan) (3).
En este mismo sentido, afirmamos que la destrucción de la sociedad de clases es también la destrucción de la hegemonía del valor de cambio, lo que es en consecuencia, la supresión del valor mismo.
Cuando en Inglaterra por el 1800 los obreros veían que las máquinas amenazaban los medios de reproducción de su vida las quemaron, cuando luego los trabajadores intentaron alargar los tiempos muertos en la producción, fueron todas prácticas de resistencia a la dominación, prácticas que resultaron fundamentales para las posteriores luchas que dio (y que sigue dando) nuestra clase. Creer que el proletariado cada vez que despierta lo hace gritando cada una de sus rupturas, es decir, conciente, es ignorar el avance del movimiento real de abolición de las condiciones existentes, es tener una visión idealista de las prácticas proletarias. En ese sentido cada una de las luchas por las necesidades básicas son la lucha del proletariado por la destrucción de la sociedad de clases, la consecuentes rupturas sólo serán posibles si nuestra clase se decide a luchar, con aquellos aciertos y errores que se traducen en lecciones.
Es completamente lógico que los explotados reaccionen violentamente contra todo aquello que encarna su esclavitud más cotidiana, en este sentido creemos, no se puede decir que estos métodos son ajenos a nuestra clase, pues la historia demuestra lo contrario: el impulso destructivo es también pasión creadora.
Notas
(1) El proletariado solo puede obtener su autonomía rompiendo de una vez y para siempre con la ideología democrática. Nada es democrático en la lucha de clases, que tantos proletarios estén entrampados en aquella tradición democrática no demuestra otra cosa que la debilidad de nuestra clase en periodos de reflujo. Es precisamente en estos momentos de ruptura violenta donde el proletariado logra dilucidar sus rupturas, afirmar su proyecto autónomo y revolucionario. Jamás el proletariado podrá imponerse por medio de la democracia, pues en ella residen las cadenas que lo atan a esta sociedad.
(2) La perla de la burguesía esta vez fue la Sociedad de escritores de Chile con su comunicado público de repudio a la quema de libros:
"La Sociedad de Escritores de Chile, manifiesta su estupor e ira por la quema de libros que destruyó parte sustancial de la Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile.
Los escritores chilenos empeñados en satisfacer el requerimiento de lectura de nuestro pueblo y fieles a nuestro compromiso y consecuencia democrática, repudiamos la violencia fascista que se oculta tras consignas libertarias.
La incineración de libros que afecta a la primera universidad de la república, nos recuerda los negros momentos del golpe militar cuando ardieron millones de ejemplares a lo largo de todo el territorio, mientras compatriotas nuestros eran asesinados y torturados.
Conscientes de la imposibilidad de recuperar este legado de sensibilidad, estudio, investigación, creación, y memoria que se pierde con el patrimonio destruido, hemos decidido entregar un sencillo aporte de libros a la Biblioteca afectada.
Expresamos nuestra condena moral a la ideología que propicia este crimen y a los autores que lo cometieron. Los escritores e intelectuales estamos decididos a luchar para que no se repitan semejantes atentados contra la cultura."
(3) Con ironía repondieron algunos compañeros la declaración de los escritores, lo que dejó en evidencia hasta que punto llega la miseria del mundo burgués:
La sociedad de productores y distribuidores de neumaticos nos hacemos parte de la ira e indignacion por parte de los escritores al ver que durante cada jornada de protesta nuestros productos son rociados con bencina y usados para obstaculizar el transito. Los neumaticos, como metafora de los pilares basicos necesarios para el avance de nuestra sociedad, creemos no deben ser usados para estos fines. Desde nuestro gremio nos hacemos parte de la desazon al ver que nuestros productos son mal utilizados. Denunciamos tambien que hace unos meses en las afueras de la misma facultad se quemo uno de los neumaticos mas viejos e irrepetibles que ha producido nuestra industria.Con indignacion y esperando el castigo de los culpables
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